El cine o las artes plásticas, aún cuando nos vemos constantemente persuadidos de consumir o contemplar propuestas artísticas que lindan y beben recíprocamente. Construir un lugar único es lo que nos propone Jorge Miyagui
 
El Festival Cultural Nikkei celebra su 12.ª edición

Desde el 24 al 30 de abril se vienen celebrando distintas formas de la cultura nikkei en el Centro peruano-japonés y es por lo mismo que me animo a redactar un ágil paso por sus espacios, que actualmente viene desarrollando charlas, ferias de libros, venta de sake, golosinas, comidas y hasta karaoke. No es extraño sostener que dentro la cultura gamer y anime consumimos un amplio espectro de influencia japonesa.

             Marx uwu : una obra que muestra un bosque, corazones y un marx uwu naruturizado.

No siempre las relaciones entre Perú y Japón han sido amigables, sobre todo tras la 2da guerra mundial, que nos hizo enemigos debido a la influencia estadounidense en la región. Desde entonces hemos tenido hasta un presidente nikkei, y hoy celebramos junto a Japón una retroalimentación constante. Construir un lugar único es lo que todos deberíamos buscar.


         Pagapu : se le dice así a las ofrendas andinas. La propuesta muestra un sincretismo religioso nikkei.

Jorge Miyagui Oshiro es un artista del callao, nieto de japoneses. A su entender no hay una definición para asumir tajantemente lo japonés –por antonomasia, lo peruano tampoco sería definible– sin embargo, hay presencia de estas distintas realidades que se han tratado de representar en sus cuadros. Adherente a la U por anecdotario familiar, nos ha llamado la atención su cuadro entorno a Pokemon Go que calza con las intenciones de esta noticia.


             Mi paso tan ágil no me dejó capturar el nombre esta obra. Si alguien lo sabe díganmelo.

Nos llamó la atención su propuesta dividida que muestra distintos elementos, donde destacan una mujer dejando caer una flecha y extendiendo su mano, pero también un incendio, un mapa de américa del sur invertido, simbología astrológica y un celular con el juego de Pokemon Go.

Cinismo en los videojuegos

No hay producto cultural que logre escapar de un contexto que lo ve nacer, de ahí que tampoco sea ineludible su influencia con las estructuras de su momento, la ideología y su orientación discursiva. En este caso concreto –para no hablar de Red Alert, Metal Gear Solid o Call of Duty, videojuegos asociados a contradicciones entre Rusia y Estados Unidos– vemos un incendio forestal, una américa invertida, con aparente puntos de fuego, y un elemento que parece cubrir todas estas crisis sucesivas: un videojuego.

No hemos venido a hablar de lo que el arte debe haser, simplemente a describirlo, a tratar de entender a lo que este apronta. En cierta medida, parece una crítica a la afirmación de valores asociados a la mas media. Construir un lugar único como acto político.

Este territorio latinoamericano se mezcla con simbología europea y asiática, que en cierta medida logra plantear una desnaturalización y crisis en nuestro medio. Esta alienación es la que sugiere necesidad de un alivio ante situaciones que exacerban nuestras subjetividad, buscando una suerte de refugio.

Construir un lugar

Consideramos que, lejos de un cinismo, la exposición de Jorge Miyagui problematiza lo que nos lleva a la búsqueda de rentabilidad y producción, es decir, donde no hay espacio para la exploración del ocio, como pueden ser los videojuegos. El arte de lo niño basado en el anime es un espacio para reconfigurar significantes que pueden considerarse «fuertes» o «violentos». Sostener el illapa con una Sailor es también repensarnos como distintos a una sociedad que incendia bosques y persiste en la violencia criminal.


                                                      Illapa reposición : reminiscencias arguedianas.

No de otro modo organizamos estos elementos nikkei y la tradición latinoamericana. Esta posibilidad de lucha rescata elementos asociados a lo femenino como símbolos de lucha. La mujer, vulgarmente asociada a la debilidad, el subjetivismo positivista, la creatividad ornamental; se vuelve marca de sensibilidad, subjetividad como autonomía y creatividad de fortaleza transformadora.


Fuerza interior y mototaxi es algo que sin duda va de la mano hoy siempre.

Nueva Crónica y Buen Gobierno

Nos llama la atención las constantes alusiones a la obra del cronista Guamán Poma de Ayala, escritor que denunció atropellos contra los indígenas por parte de supuestas autoridades civilizadas. El Sol y La Luna, el Inti y la Quilla, figuras organizadoras del mundo, presencian un holocausto forestal en una américa de cabeza. ¿Pero esa distorsión no será acaso un repensar la relatividad cartográfica? ¿América del sur como América del norte no sería acaso una sugerencia de necesidad de cambios? Y se ve una carabela conquistadora, un bosque en llamas y esa máxima del cronista indígena «¡Y no hay remedio!».


                                   No capturé la obra de arte, pero era como una tira cómica trágica.

Es imposible vivir del desastre, la realidad atosiga y qué complejo ser mártir. Hablar de una realidad beligerante es también entender que no debemos naturalizar el juego desde espacios inseguros. Del mismo modo, alejar la mirada de una pantalla para ver esta situación poscolonial, que nos condiciona a una extrema marginalidad es la que nos permite ubicar a los jugadores, y los juegos, como situados y atravesados por lógicas particulares. Cuidemos los mitos que abrazamos, no estamos solos. Construir un lugar único es un proyecto nacional, pero sobre todo parte de nosotros mismos.


                                                                                     No name, pero qué vacío.