Korb3n expresó que, aunque logró alcanzar ese rango, no ha sentido la necesidad o el deseo de seguir creciendo en la clasificación. "No llegué a alcanzar mi MMR máximo. Solo quería llegar a 3 o 3.2k, rango 'Leyenda'. Lo logré y ya está", afirmó con honestidad. Para él, ese nivel era suficiente y no ha sentido la motivación de esforzarse aún más.

El manager explicó que la falta de tiempo también ha sido un factor crucial en su rendimiento. Actualmente, el equipo está enfocado en la participación en la EWC, y la ausencia de competiciones LAN significa que no hay muchas oportunidades para competir en partidas de alto nivel que puedan impulsar su MMR. Esto, según él, limita mucho las posibilidades de subir o mantener una clasificación elevada.

"Juego muy poco", confesó Korb3n, quien admitió que sus responsabilidades laborales también le dificultan dedicar tiempo suficiente al juego. La falta de práctica regular y de partidas competitivas en LAN ha sido un obstáculo importante para mejorar su clasificación personal en el juego.

A pesar de ello, el directivo dejó en claro que su prioridad en este momento no es subir su MMR, sino apoyar a su equipo en los grandes torneos internacionales. La participación en eventos como la EWC requiere su atención y esfuerzo, lo que limita su disponibilidad para jugar partidas rankeadas de forma frecuente.

Este relato de Korb3n refleja una realidad que muchos jugadores y managers enfrentan: la dificultad de mantener un rendimiento alto en Dota 2 cuando las responsabilidades cotidianas y las oportunidades de competencia son escasas. Su honestidad ha sido bien recibida por la comunidad, que valora la transparencia en un entorno tan competitivo.

En resumen, la historia de Korb3n nos muestra que, más allá de las habilidades en el juego, factores como el tiempo, las prioridades y las oportunidades influyen mucho en el rendimiento y en el alcance de metas personales en Dota 2. La dedicación y las circunstancias personales a veces pesan más que el talento individual.