Even the best stories have to come to an end 💔
— Wildcard (@Wildcard_GG) October 2, 2025
Today we say goodbye to our Dota 2 roster and whish them only the best going forward 🃏 pic.twitter.com/YwKxoO6WJV
El comunicado fue breve pero contundente. Wildcard agradeció a los jugadores por su tiempo, esfuerzo y profesionalismo, destacando los momentos memorables vividos juntos. Sin embargo, no se dieron detalles sobre los motivos exactos detrás de la disolución ni sobre el futuro inmediato de la organización dentro del ecosistema competitivo del juego.
Esta separación marca el fin de una etapa que, aunque breve en términos de títulos, fue significativa por su impacto en la representación norteamericana en torneos internacionales. Wildcard logró consolidarse como un contendiente constante, incluso frente a potencias de otras regiones más dominantes como Europa o Asia.
Lo que más preocupa a la comunidad es la incertidumbre sobre el futuro de Wildcard Gaming en Dota 2. Hasta el momento, no se ha confirmado si buscarán conformar un nuevo equipo o si, por el contrario, se retirarán por completo de la escena competitiva. Esta última opción encendería las alarmas sobre el debilitamiento del ecosistema en NA.
Los fanáticos del equipo se volcaron a las redes sociales para expresar su tristeza, apoyo y esperanza. Varios jugadores del roster también publicaron mensajes de despedida, mostrando su gratitud por la etapa vivida y dejando entrever que podrían estar buscando nuevas oportunidades en otras organizaciones o regiones.
La partida de Wildcard no solo representa la caída de uno de los pilares recientes de la escena de Dota 2 en Norteamérica, sino que también reabre el debate sobre el estado actual del competitivo en la región, que en los últimos años ha sufrido varios altibajos, desbandes y una disminución en el apoyo de organizaciones grandes.
Por ahora, la comunidad solo puede esperar a que Wildcard aclare sus intenciones y, sobre todo, que los talentos que formaron parte de este proyecto encuentren pronto un nuevo hogar. Porque aunque se apague una llama, la pasión por el Dota 2 en NA sigue viva… y quizás, solo necesita un nuevo impulso.