Dota 2 tiene una herramienta que permite a los jugadores pausar las partidas. Es algo que lleva tiempo implantado en el juego y que, si se usa bien, es muy útil. No más problemas con una desconexión de un compañero durante un par de minutos o con los típicos fallos que requieren de reiniciar el PC. Sin embargo, esta función recibió un cambio en el último parche. Debido a que se puede utilizar para molestar, solo los usuarios con una puntuación de comportamiento lo suficientemente elevada pueden usarla. Tienen derecho a parar la partida y reanudarla cuando quieran. Valve pensó que, si estos miembros de la comunidad tienen tan buena actitud, no abusarían de este poder para molestar a los demás. Una idea que se ha demostrado errónea.
En una partida cualquiera, un jugador utilizó el botón de pausa, pero se dio una casualidad fatídica. Él era el único que tenía una puntuación de comportamiento lo suficientemente alta como para utilizar esta herramienta. Esto quiere decir que todos los demás usuarios conectados en este enfrentamiento estaban completamente sometidos a su voluntad: no se volvería a jugar hasta que él quisiese. "Este tío pauso la partida para ir a comer. Entiendo que todos los demás en la partida tenemos menos de 6.000 de puntuación de comportamiento [el mínimo para usar la pausa en realidad es 5.000]. Para que lo entendáis, llevamos tres horas así", relataba un jugador víctima de este secuestro.
Lo cierto es que se han denunciado varios casos similares en los que los jugadores son atrapados durante horas. Por supuesto son una minoría, pero lo cierto es que el sistema da lugar a una situación muy desagradable. Los afectados por el ‘secuestro’ se ven en la obligación de abandonar la partida, lo que cuenta como una derrota y reduce todavía más su puntuación de comportamiento. En este sentido, es de esperar que Valve corrija el sistema para evitar que más jugadores hambrientos o con ganas de trolear puedan llevar a cabo esta práctica en el futuro. Hasta el momento no se han llevado a cabo acciones. También es posible que, simplemente, se castigue con dureza a quienes abusen del sistema.